Colores suaves: Todos los espacios nos transmiten una sensación pues están estimulando de diferentes formas nuestro cerebro. Por esto es muy importante pintar las paredes de colores suaves y neutros, para que nuestro cerebro no se altere y podamos descansar.
Ropa de cama: Si en algo debemos invertir es en la ropa de nuestra cama pues debemos amarla realmente. No hay nada más incomodo que dormir con calor o con frío o con algo que nos genere rasquiña. Por esto te recomiendo comprar ropa de cama de algodón, de fibras naturales y de colores claros.
Luz tenue: Cuando tenemos luz fría y fuerte, nuestro cerebro asume que estamos en mitad del día y que de esta forma debe activarse. Es por esto que en nuestra habitación es ideal tener una lampara de luz cálida y tenue en nuestra mesa de noche y prenderla justo cuando entremos a ella apagando todo lo demás.
Pocas cosas: Cada elemento tiene su propia energía y nosotros tenemos el poder de sentirla. Por esto muchas veces nos sentimos incomodos frente a un espacio o una persona. Te recomiendo tener pocas cosas en tu habitación y mantenerlas organizadas. Sentirás el cambio inmediatamente apenas lo hagas.
Tiende siempre la cama: Siii, suena obvio pero detrás de esta actividad tan sencilla hay un poder muy grande para descansar. Cuando llegamos a nuestra habitación después de un día largo y vemos nuestra cama tendida y limpia, vamos a sentirnos cómodos y con muchas ganas de meternos a la cama a descansar.
“SI TIENDES TU CAMA EN LA MAÑANA, AL LLEGAR EN LA NOCHE VAS A AGRADECERTE POR HABERLO HECHO”